Nuestras carreras profesionales en la Salud Mental, como médico psiquiatra y psicóloga, han sido herramientas para abrir puertas de Dios nos llamó a atravesar. Nos apasiona ver la restauración de cada persona y familia a la que hemos podido servir en estos 9 años.
Queremos que nuestras vidas ayuden a la gente a poner sus ojos en Dios y no en nosotros. Entendemos que somos temporales, imperfectos y falibles, pero Dios es eterno, perfecto y nunca va a fallar. Eso nos hace depender de su amor para extenderlo hacia otros con nuestras vidas. No damos algo que no hayamos recibido primero.